Los
factores externos pueden dividirse, según (Hall, 1973), en condiciones
generales e influencias específicas. Las primeras constituyen aspectos como las
variables tecnológicas, económicas, legales y políticas,
mientras que los segundos están compuestos por aspectos que afectan
particularmente a dicha organización, tales como otras organizaciones o
individuos claves.
Dos de
los elementos más importantes que componen las condiciones generales son la
tecnología y el ambiente (Koontz y Weihrich, 2004), cuyo intercambio con los
factores internos de la organización hace que esta adopte ciertas formas de
estructura y comportamiento para su adaptación al medio externo.
Bueno
Campos (op. cit.) agrega a estos elementos el tamaño de la organización, su
antigüedad, la propiedad, el poder y la cultura, los cuales contribuyen a que la empresa desarrolle
una estructura organizativa efectiva. Tales factores afectan a distintos
niveles de la organización:
"La
propiedad y el entorno tienen especial relevancia en la configuración de la alta dirección y en
la estructura de la decisión; la antigüedad y el tamaño influyen especialmente
en la "línea media" y en los "staffs directivos y de
apoyo"; la cultura tiene gran impacto en el diseño y resultados de la
dirección intermedia, en su relación con la tecnoestructura y los apoyos en el
funcionamiento de la base operativa, y por último, la tecnología o el sistema
técnico afecta claramente a la estructura y acción de los
flujos de trabajo de la
base operativa".
Otro
de los principios fundamentales que diferencia a la
teoría contingencial de otros enfoques es su tendencia a no establecer un tipo
ideal de organización para todas las circunstancias. Al respecto, (Dávila,
2001, p 225) argumenta que "el enfoque contingente o situacional sostiene
que la estructura organizacional y el sistema administrativo dependen o son
contingentes respecto de factores del medio ambiente, de la organización, la
tarea y la tecnología".
De lo
anterior se entiende que los aspectos externos a la organización actúan como
variables independientes sobre los modos de organización interna de la empresa,
los cuales son variables dependientes de las primeras. Esta relación, sin
embargo, no se establece como una de tipo causa-efecto, sino como una toma de
decisión de los líderes de la organización sobre la elección de la alternativa
más eficaz ante las circunstancias externas.
De
igual manera, estas relaciones pueden establecerse entre sub unidades de la
organización y otras unidades de la misma, estableciéndose el mismo principio
de adaptación ante la presencia de algún factor o condición externa.
Al
hacer un repaso general sobre las características de la teoría contingencial
halladas en la investigación, consideramos que la clasificación realizada
por Hall abarca de manera más completa y específica los aspectos externos que
influyen en una organización, lo cual puede generar una adecuación más efectiva
de la estructura y comportamiento
organizacional a su
entorno particular.
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