Para Katz y Kahn, la organización como
sistema abierto presenta las siguientes características:
1. Importación
(entrada): la organización recibe insumos del ambiente y necesita provisiones
energéticas de otras instituciones,
personas o del medio. Ninguna estructura
social es
autosuficiente.
2. Transformación
(procesamiento): los sistemas abiertos transforman la energía disponible. La
organización procesa y transforma insumos en productos acabados, mano de obra,
servicios, etc.
3. Exportación
(salidas): los sistemas abiertos exportan ciertos productos hacia el medio
ambiente.
4. Los sistemas
como ciclos que se repiten: el funcionamiento de cualquier sistema consiste en
ciclos repetitivos de importación-transformación-exportación.
La importación y exportación son transacciones que envuelven al sistema en
ciertos sectores de su ambiente inmediato, la transformación o procesamiento es
un proceso contenido dentro del propio sistema.
5. Entropía
negativa: los sistemas abiertos necesitan moverse para detener el proceso
entrópico y reabastecerse de energía manteniendo indefinidamente su estructura
organizacional. A dicho proceso se le llama entropía negativa o negentropía.
6. Información como
insumo, retroalimentación negativa y proceso de codificación:
los sistemas vivos reciben como insumos, materiales conteniendo energía que se
transforman por el trabajo hecho. También reciben información,
proporcionando señales sobre el ambiente. La entrada de
información más simple es la retroalimentación negativa (negative feedback),
que permite al sistema corregir sus desvíos de la línea correcta. Las partes
del sistema envían información de cómo operan a un mecanismo central y mantiene
así la dirección correcta. Si dicha retroalimentación negativa es interrumpida,
el estado firme del sistema desaparece. El proceso de codificación permite al
sistema reaccionar selectivamente respecto a las señales de información para
las cuales esté programado. Es un sistema de selección de entradas a través del cual, los
materiales son rechazados o aceptados e introducidos a su estructura.
7. Estado firme y homeostasis dinámica: los sistemas abiertos se
caracterizan por un estado firme, ya que existe un influjo continuo de energía
del exterior y una exportación continua de los productos del sistema. La
tendencia más simple del estado firme es la homeostasis, pero su principio
básico es la preservación del carácter del sistema, o sea, un equilibrio
casi-estacionario. Los sistemas reaccionan al cambio o lo anticipan por
intermedio del crecimiento que asimila las nuevas entradas de energía en la
naturaleza de sus estructuras.
La homeostasis es un mecanismo regulador.
8. Diferenciación:
la organización, como todo sistema abierto, tiende a la diferenciación, o sea,
a la multiplicación y elaboración de funciones, lo que le trae también
multiplicación de papeles y diferenciación interna.
9. Equifinalidad:
los sistemas abiertos se caracterizan por el principio de equifinalidad, o sea,
un sistema puede alcanzar, por una variedad de caminos, el mismo estado final,
partiendo de diferentes condiciones iniciales.
10. Límites o
fronteras: como sistema abierto, la organización presenta límites o fronteras,
esto es, barreras entre el ambiente y el sistema. Definen el campo de acción del sistema, así como su grado de
apertura.
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